Cómo tener una buena alimentación para nuestro caballo
A continuación nombraré algunos de los alimentos que solemos dar a nuestros caballos y que, aunque lo hagamos con el mejor de los propósitos, muchas veces no son lo que mejor les sienta. Deberíamos tomar precauciones con:
Cereales: Son incapaces de digerir estos correctamente. El maíz y la cebada, para digerirlos, el intestino requiere un mayor nivel de fluido intestinal. La cantidad de almidón consumido tiene influencia sobre su digestibilidad, a mayor cantidad consumida menor digestibilidad. La máxima cantidad de almidón que debe consumir un equino por comida es de: 2 a 4 gr./ Kpv Kilogramos peso vivo. Si ofrecemos mayor cantidad por comida producimos: trastornos digestivos en estómago; aumento de gases; ácidos orgánicos con disminución de pH en el intestino delgado y aumento del pasaje de almidón en el intestino grueso, lo que se traduce en una disbacteriosis con acidosis cecal terminando en una absorción de toxinas con el consiguiente cuadro de: Laminitis o Infosura de diferentes grados.
Nada de melazas: Introduce un exceso de azúcar en la dieta del caballo. Los productos que se recomiendan, actualmente para caballos con laminitis, siguen melazados. Estos productos, además, suelen tener inhibidores de hongos para su conservación, estos mismos inhibidores matan numerosa flora intestinal.
Productos químicos, conservantes, aditivos, etc: Como no son buenos para el consumo humano no son buenos para nuestro caballo. Algunos conservantes tienen efectos sobre la tiroides y los productos envasados con anti mohos reducen la flora intestinal, entre ellos numerosas chucherías que suministramos a modo de premio.
Alfalfa: En una dieta natural equina, la alfalfa es demasiado rica como alimento, y además, tiene calcio y magnesio pero es tan rica en este mineral que puede sobrecargar el cuerpo e impidiendo la absorción de fósforo y minerales esenciales como el zin. El exceso de proteína en las dietas de razas de endurance o raid ralentizará el rendimiento deportivo, además, el exceso de proteínas contribuirá al aumento de excreción de amoníaco en la orina. Es demasiado rica para los caballos en mantenimiento siempre pensando en alimentación sólo con alfalfa, causando aumento de peso excesivo, pero puede causar enfermedades ortopédicas degenerativas.
Pulpa de remolacha: Es una excelente fuente de fibra y podría constituir dicen el 30% de su ingestión diaria pero, hoy por hoy, ya no hay productores de remolacha ecológica.
Cáscaras de cereales: Las de las avenas son un subproducto de la industria de la molienda. Se compone de 4:1 de cáscaras de avena, ésta tiene una digestibilidad un poco mejor que la de paja de avena.
Algarrobas: contienen aproximadamente un 30% de sacarosa (azúcar).
Todo lo que contenga azúcar debería estar excluido de la dieta del caballo o bien suministrado con precaución y sentido común, incluido según qué cantidades de chucherías y premios comprados en establecimientos.
Una manzana de tamaño medio puede contener aproximadamente 160 miligramos (mg) de potasio. El calcio y fósforo en las manzanas es seguro. Una manzana de tamaño medio proporciona aproximadamente 10 mg de cada uno de los minerales. El calcio es importante para el crecimiento y el mantenimiento óseo, la coagulación sanguínea, y la función muscular del corazón, la producción de leche y la activación de las enzimas y hormonas.
Pan: El pan blanco posee 52g de almidón así sobrecargamos de almidón si sumamos, pan más grano, en la ingesta diaria.
La saliva equina no contiene cantidades significativas de la enzima amilasa (que rompe el almidón); al contrario que otras especies tienen, lo que probablemente refleja la baja necesidad evolutiva, tanto de almidón en la dieta natural, así como de la transformación bacteriana de los alimentos que lo contengan en el estómago y el intestino delgado.
Sin embargo, los 10 ó 12 litros de saliva que un caballo produce en un día, tiene una alta concentración de bicarbonato que ayuda amortiguar el ácido del estómago. También es rico en mucina, que lubrica el esófago. Esto nos da una idea de cómo influye la comida rápida en forma de piensos: menos salivación; más problemas gástricos; ulceras; etc
agua: es un elemento indispensable para su digestión, deberá ser fresca y limpia.
En invierno el caballo precisa mayor cantidad de alimento, para que el calor corporal le ayude a pasar mejor el invierno. Aunque la cantidad varía mucho según el tamaño, peso, la raza, la temperatura de la zona, etc. por regla general los menores de 5 años y mayores de 15 años, precisan más cantidad que el resto.
Por lo general, el consumo será un 2% de su peso, es decir, unos 2 kilos por cada 100 kilos de peso corporal. La comida de mantenimiento o básica está comprendida entre el 100% y el 70% forraje y entre el 0% y el 30% de piensos concentrados.
Algunos ejemplos de raciones según el trabajo que realiza un caballo sería:
- caballos que realizan poco trabajo: 70-60% forraje y 30-40% piensos.
- caballos que realizan un trabajo medio: 60-50% forraje y 40-50% de piensos.
- caballos que realizan un trabajo duro o de competición: 50-40% forraje y 50-60% piensos.
- caballos que compiten en pruebas de alta resistencia o que realizan un trabajo muy duro: 30-40% forraje y 60-70% piensos.
Zanahorias y nabos: las zanahorias aportan betacarotenos principalmente y son un buen complemento para la dieta diaria, aunque conviene lavarlas para eliminar la arena pues los restos en el estómago del caballo pueden provocar cólicos. Las zanahorias deben darse partidas, los nabos pueden darse enteros.
Reglas para una buena alimentación
- Dar de comer en pequeñas cantidades y con frecuencia. No dejar más de 8 horas seguidas sin comer.
- Después de una comida abundante, no debe realizar un trabajo pesado, ni viajar.
- Dejar siempre el bebedero lleno de agua limpia, para que puedan beber cuando lo necesiten.
- Introducir los nuevos alimentos gradualmente.
- Alimentarle de acuerdo con la cantidad de trabajo que realice.
- Mantener una rutina en el horario, ya que son animales de costumbres.
- Mantener una dieta equilibrada, variando el tipo del alimento, vigilando que no sólo coma hierba o pienso.
- Mantener el heno seco y las zonas de almacenaje de comida lo más limpio posible.
Fuentes: Artentina horses-La alimentación del caballo